Como buena arquitecta sabe apreciar la cercanía del arte. Su cuerpo mismo es un lienzo abierto a experimentaciones, colores, búsquedas e inspiraciones. Por eso se sabe disciplinada: porque el templo de lo que algunos llaman alma es fugaz. Va al gimnasio, adora la comida japonesa e intenta vivir con intensidad el día a día. (Fotos: Victor Raul Chacon Vargas)
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